domingo, 4 de septiembre de 2011

Maitasuna

Ojalá supiera escribir cosas bonitas, preciosas y concisas capaces de expresar todo aquello que quisiera decir, pero en mi ingenua espesura de desmedida tortura me di cuenta que no existen palabras capaces de expresar la grandeza de tu ser; tal magnificiencia de inconmensurable explendor me deja tan perplejo y anonadado, que no puedo mas que postrarme ante mi diosa y darle las gracias por alegrar mis dias con el resplandor de su hermosa tez, y aquí, a tus pies, te doy las gracias por dejar que este miserable ser siquiera te escriba estas palabras...

Le doy vueltas a mi desvelo de incierto final, buscando algo imperecedero que te haga palpitar, mas sé que jamás hallaré, el resquicio que te pueda convencer, de que solo en tus brazos encontré la felicidad... Y en tan solo un instante eterno me rendí en tus brazos, el lugar donde añoro vivir, donde acunar mi agonía, y disfrutar del calor dador de vida de las alas de mi ángel por la eternidad...

Y en los cuatro puntos cardinales de tu cuerpo, muy al sur perdí mi norte cuando este oeste me hicieron sucumbir, y fue allí justamente donde encontré la nueva etapa para ésta botella cerrar, dejando boquiabierto al mismísimo sol, pero no por mis medios obsoletos, paletos y sin imaginación, sino por la cegadora luz de tu mirada que como faro iluminó mi camino....

Mas no pude explicar con palabras bordadas en cielos rojizos, las mil y una formas de como navego sobre tus hechizos, pues con manos encallecidas de amontonar mis escombros cada vez que intento ladrar, no fui capaz de esculpir a escupitajos los graznidos de los que nos quisieron separar; y en la agonía desesperada y sin aliento de un campo yermo, descosido por el tiempo, yerto como el viento que exalan tus pulmones cuando dices cosas tan bonitas y de tan adentro como aquel te quiero en un mes de julio, vi florecer miles de rosas sin espinas que le tosan en el encuentro de un atardecer al alba con la luna que pasaba por allí, cuando nos miraba de reojo con la envidia por bandera, pues no entendía la grandeza, de la cual nuestros corazones llenos de entereza, se hicieron presos de la libertad que dio el amor, al encadenarse unidos bajo el yugo del anhelo, de querer estar unidos y nunca estarlo....


Cuantos momentos eperando este momento, cuantos dias soñando sin poder dormir anhelando y deseando verte escribir te quiero, cuantas ilusiones puestas en un día futuro y cada día parece mas lejano de poder tenerte entre mis brazos....
y yo, como un bobo, perdido entre mareas insolentes en mi cabeza que da vueltas y no entiende del movimiento de las olas, despliego entre soeces palabras entrecortadas mil susurros que no sirven para mecer la belleza que atesora tu rostro y bondad de unas mejillas que, con tan solo sonreirme, me dan la vida que anhelaba y la felicidad que jamás conocí...
déjame ser el bufón de todas tus sonrisas, el abrigo para tus noches de frío, el agua en el desierto... y aunque no soy nada, déjame ser tu todo, y conseguir que de la nada recibas todo lo que te mereces...



No hay lugar conmigo entre los muchos, ni los muchos quieren saber lo que hay que saber de la nada, prefieren ahogarse y ser uno más; no obstante el pincel que borda con elegancia la grandiosidad de tu sonrisa, es aquel que sabe que en tan solo un año más, las cosas mas claras serán; seguiré remando en mi barca de paciencia, sobre un lecho cenagoso de palabras, que desdeñan con desmesura e ignorancia la grandeza de un silbido que ensordece al despropósito, que degüella en cada paso de un codo, al que quiso destruir en vez de instruir, el que quiso difamar y afanar sin sentido, todo lo que para mi tiene sentido; y es que si no fuera por lo divino de tu presencia que hace que la nada como yo parezca algo, jamás sabría que sería de mi cuando no supe que hacer al saber que ya nada sería, pero me has hecho volar, mi ángel, y no quiero volver a pisar el sucio suelo donde antes me tenía que revolcar...


no rompas el silencio si no es para mejorarlo...
sssssssssssssssssssss pues entonces diré susurrando que no despiertes a mi estupidez de bolsillos vacios de ideas sensatas, que no hay nada mas bello que el silencio de miradas que se hablan, ni nada mas dificil que silenciar nuestro corazón cuando tenemos delante a quien amamos, cómo yo engreidamente voy a tratar de romper al silencio... ¡jamás suceda eso!, esculpiré su callada figura y me haré aprendiz de su elocuente sabiduria para demostrar su grandeza ,pues hay silencios que matan....

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