viernes, 19 de julio de 2013

Autorretrato


Prácticamente inalcanzable. De hermético perecer. De sueños roídos y tropiezos por doquier. Cabizbajo en hermosura casual. En delirios absorto. En ganas de dormir por obligación. Aprendiendo cada segundo. Auto humillado como deber y obligado a luchar continuamente. De la noche enamorado. En pasiones por la luna. Despreciado sin razón. Hermano de la bondad. Introvertido como defensa y como escudo la invisibilidad. Despertando envidias sin pretenderlo. Dando el alma en cada acción. Enemigo de la mentira. En sueños a menudo. En aventuras constantemente. Destinado a ser grande y viviendo en pequeñez. Revoloteando en frenesí. Bajo tormentas helado y bajo el influjo de balbucear inmolado. Huérfano de maldad y carente de envidias. Desdichado por bandera y conquistador por aguerrido batallar. Despreciando la gloria y el ser ensalzado, mas amante de pasar desapercibido. Experto en saber olvidar e incapaz de recordar el día anterior. Por locura el ingenio de ingenioso voluntad que divaga en lo absurdo  del irremediable tararear. Inimitable. De irremediable elocuencia en suburbios ancestrales. De incomprendida seriedad. Payaso hasta la excelencia. Travieso con las palabras. De imaginación desbocada. En risas experto y de continuo. Leyenda olvidada demasiadas veces. Paseando con la soledad por costumbre. Solitario. Transeúnte de almas abatidas. Desatando ímpetu y fuerza de corceles indomables en todos los hechos. Carismático y audaz de hoyuelos tortuosos. Jamás participante en una discusión. Obviado por la vida. Como fénix resucitado una y otra vez sin aparentes quemaduras. Despreciable, quizás, como en este instante en el que leer este autorretrato puede significar bofetadas bien dadas, posiblemente las que merezco. Contradictorio. Pero ante todo, un caballero…

domingo, 2 de junio de 2013

Caminando Sobre Miserias


I MISERIA: Mundo

Te puedo invitar a viajar a las nubes y a apretar su estómago, y ver como lloran lluvia ácida sobre hombres ciegos.

Te puedo enseñar a hacer cosquillas a la luna hasta dejar su rostro en cuarto menguante, y ver como se agitan mareas en tsunamis de hombros caídos.

¡Ven! Acompáñame cerca de donde se esconde el silencio. Donde solo los mudos pueden gritar. Donde tocar el sol es posible si has depositado el egoísmo en vertederos de bolsillos llenos y corazones vacíos.

¡Ven! No dudes nada de lo que estos pinceles escriben en lienzos de papel arrugado y flácido, como carajo erguido en insinuaciones deshonestas sígueme.

Y verás un enjambre desquiciado, alejado de esta lengua irrazonable. Versada en fracasos y desconfianzas, que enhebra purpurina de brillos ancestrales para coser en estocadas de aguja lindos flecos y adornos estampados, cargados de sueños y libertades.

¡Maldíceme como loco si es que prefieres la rutina! Vespertina sinfonía de grises cielos y acordes desdichados, que viven cada día esperando un final.

Tiendo mi mano al viento para el que, cuando este seca, la quiera coger; y se dé cuenta que en este desnudo aleteo de brazos extendidos, tiene más valor un abrazo que el oro.

Ensancha el corazón que ha sido estrangulado en obsesiones banales y conformismos baratos. Deja que las marcas de sutura que estoy imprimiendo en tu piel te hagan mella en la mente y comience de una vez la utopía de vivir…

 

 

II MISERIA: Fe

Cuan liviana es esta amalgama de dudas, sembrada en campos yermos de heridas abiertas.

Cuan inescrutables son los designios del deseo, acurrucado en desfiladeros de puertas cerradas.

Es esta calma en nebulosas tempestades la que fragua en carisma mis múltiples personalidades, menos la que se baña en ingenuidad, esa no, pues no se entera de que la hiel que emana de los poros de mi piel es veneno para el que aprendió a leer ayer.

¡Miren al cielo los descorazonados, y vean las señales que en encapotados malabarismos siguen gimiendo por su meta alcanzar!

Qué rica es la esperanza cuando la llevas en brazos y la acunas en anhelos cabizbajos, pues es admirable la delicadeza con que bordean aquellos apasionados desfiladeros, que enturbian la mente y doblegan bajo ese escudo inquebrantable.

Solo ruego al cielo que me dé la oportunidad de cifrar mis metas en su azul, y que este tarro de esencias prohibidas que minan mi alma, permanezca cerrado en mi interior.

Yo solo tengo lo que soy y se lo regalo a quien desmedidamente me abrazó.

 

 

III MISERIA: Uno Mismo

He zanjado discusiones con silencios empotrados.

He amueblado mil ideas junto al polvo de mi mente.

He arrancado cicatrices de mis alas mutiladas.

He quebrado inquebrantables dudas.

He olvidado inolvidables noches de soledad.

He orinado en todas las esquinas de mi cielo.

He sujetado con esperanza la vela mayor de este velero troceado…

Mas no consigo recordar cómo se hundió en tierra seca esta amalgama efímera del resurgir. Sin entender como el viento de poniente en indecente simetría, iba poco a poco a la deriva consumiéndome.

Es fugaz esa estrella oscurecida y mis mayores deseos se apagaron en un suspiro.

Es locuaz esta agonía melindrosa que victoriosa ha empezado a gobernar.

Es mordaz la suave rabia que se escapa al luchar frente al espejo.

Es eficaz el cruel bostezo que inició el sueño sin soñar.

Mas no consigo olvidar cómo nos empeñamos en caer, si es posible colgar candelabros en techos invisibles y de creernos el centro del infinito, si somos un grano de arena en el desierto…

 

 

REQUIEM

Es la calma que enmudece mis nudillos la causante de mi ausencia. Es la tierra que me arropa un símbolo de adiós. Son las flores un mero trámite y su fragancia imperceptible una agonía a mi nariz. Son las palabras entrecortadas una caricia a mi piel. Es este sueño eterno lo único que me queda en los bolsillos…

Días de Tormenta


1 de abril

Comienza el mes de las aguas mil, arrojando su tela de araña en tempestades nebulosas que enredan los días en grises velos.

Intentaré no mirar al cielo para no ser esclavo de sus designios, y rogaré al dios Ra que se haga omnipotente y rompa el maleficio de dicho mes.

Veremos a ver que nos deparan estos días de tormenta…



10 de abril

Es constante el relinchar de gotas quebradizas que huyen al galope de nubes opresoras.

Indomables caen una a una sobre el abanico de abril, el que abofetea mi ventana empañada.

Duerme la nostalgia recordando fogosas libertades, donde arropada al amparo de este gélido atardecer, se acurruca en un silencio incompleto.

Va poco a poco caminando este rezongado suspirar, cautivado por la neblina que rodea aun la habitación.

Y aquí ya no hay sueños insondables cuando se ensueña la desilusión.

Sombrero de paja inútil en esta incombustible marejada de soledad.

Cuan sublime es esta aciaga claridad, claridad que opaca la lluvia de mis nubes cenegadas.



17 de abril

Es curioso ver como pican a mi ventana pequeños rayos de sol, engrandeciendo sus nudillos según pasan las horas. Quizá mis ruegos y oraciones hayan sido respondidos.

Y aunque el sol se quiere hacer fuerte, aun está empapada la suave brisa de una sonrisa deshilachada, que quiere bordar castillos en el aire y volver a ser fiel escudero.

No obstante, el día jadea libertad. Saldré a atrapar el aire y guardarlo en frascos agujereados, para el día que me quede sin aliento poder expirar mi espíritu en bocanadas de esta libertad.

Pues aun veo el mismo reflejo en esta ventana. Una melodía que no para de sonar, un estribillo que invade cual fuerte ejercito mi mente, “ayer teñí  de color sangre mis sueños…”

Y la intensidad de este día soleado no significa nada, en este día traidor de sus adiós.

 

20 de abril

Los vientos juegan a corretear, sin pensar que a empujones llevan a las nubes hasta mi portal, el que ahora vuelve a estar tapiado, helado por este rechinar de frías gotas.

¿No acabará nunca este eterno replicar?

Cada día señalado es un recuerdo, cada recuerdo lluvioso es un constipado que no olvido. Cada constipado que no me deja dormir es fiebre que me aturde y soy incapaz de respirar. Es este copioso sollozar en mi ventana que  nubes más allá…

 

28 de abril

Son ríos desbocados los que atormentan mis pies.

Es esta mojada sequia la que balbucea en noches agitadas un nombre.

Gota a gota tintinean en la ventana susurrándome palabras inconexas.

Y mis ruegos no fueron escuchados, y mi única petición era pasar este mes en un abril y cerrar de ojos.  Más ahora que se acerca poco a poco su muerte, no me alegro. Pues son tantos los recuerdos  que han pasado todos estos días que mis lagrimas iban al compas de la lluvia.

Quizá sea cierto el dicho que lo que no te mata te hace más fuerte.

 

1 de mayo

Hoy me he asomado a la ventana, iluminando la calle oscura con mi sonrisa difuminada.

La lluvia quiere participar en este mes, y a mí me parece genial, ¡me encanta la lluvia!

Saldré a dar una vuelta sin paraguas, solo yo y la lluvia. Juntos paseamos muchas veces, ella me refresca ¡empapa mi alegría!

Hoy me abrazaré a la lluvia en el estruendoso silencio de su caminar.

lunes, 15 de abril de 2013

LA BATALLA: " Sangre de Tinta " (las espadas en alto, un duelo justo, enfrente mi hermano y de testigo... el papel)

Iyi

Decepcionado por tantas cosas que yo vi, y dolorido por tantos golpes bajos, bajo la atenta mirada de alguien que una vez me dio consejos pensando en mi fracaso. Caigo de bruces, provoco risas en mi honor de quienes antes eran mis amigos.

Pytër Xuan

No hay espanto más grande que el canto desbocado y apesadumbrado de un lamento, de un susurro gritado, de una imagen difusa... y si en el sintáctico beso de tu estrofa debo guerrear, ¡a luchar, a luchar, a luchar!, mejor solo...

Iyi

Quizás la soledad se alíe contigo, si, quizás, pero no importa porque la batalla está ganada... ¡Grita! ¡Grita! Grita aun más fuerte si puedes para hallar consuelo en un suelo vacio de sueños, para encontrar en cada uno de tus puntos, un final inminente. El poder está en mis dedos, en mi corazón la razón y aunque pase el tiempo, un callado jamás será un silencio, sino un bastón.

Pytër Xuan

Nubes por ojos cegados, desdentados por los callados que a gritos golpearon tu rostro, enmarañado por uñas que dejaron cicatrices sin puntos ni comas, pasando hambre en la soledad picaresca de puertas cerradas. He engrandecido talones torcidos para mirar desde lo alto de mi pequeñez, tan absurda como lo que esconde mi cabeza llena de serrín y toques rosas de bondad. Que decís, ¿qué es inútil? ¿Qué ahogarme en una mirada de mares de crisolito es una locura? No dudes que la batalla será mía, la elocuencia subversiva de carisma y toques de rabia que exhalan mis palabras son, amigo mío, detalles... ¡¡Cerca Trova!!

Iyi

Detalles amigo, detalles son los versos que en besos escriben cada uno de mis sentimientos en lo que usted llama en su subconsciente poesía. Pero la poesía que no se escribe, se siente y a veces la escucho tatarear entre mis entrañas: ¡Bésame una vez más! Nubes purpuras en destellos crinados que acarician mis parpados y ciegan los tuyos, porque la cordura fue atada entre locos versos que la muerte recito para aceros morir en su locura. Palabras vacías que ni las hienas pudieron masticar, tan ciegas que no te dejan ver que la batalla murió en su principio, pues antes de incluso comenzar, yo ya había ganado. Marchitos mis pétalos y dulces las espinas que clavadas en tus palabras riegan mi flor, aquella que se da vida a sí misma en su primera letra y que nunca muere, pues infinito es mi valor y eternos mis versos... ¿Aún te crees capaz?

Pytër Xuan

¿Aún osáis desafiarme en duelo? Pues bien, anhelante de derramar tinta está mi acero, ¿creéis que sin ayuda, solamente vos, me podréis vencer? Muchos han querido, y en el primer envite les hice retroceder. He crecido a la sombra de gigantes, he pisoteado uno y cientos e incontables estandartes, corregí por amor y sin soberbia demasiadas almas errantes, ¿y vos pretendéis blandir mis letras?, ¡que su único afán es danzar entre bambalinas!, inocentes, no desean protagonismo, simplemente quieren seguir en su soledad sin que nadie alabe su orgullo, y su casta que vive clavada en trazas de papel roído por sueños rotos y desesperados.

¿Aun creéis que podéis ganar? Quizá a mi sí, no lo niego, yo soy débil, torpe e insalubre de pensamiento, mas las letras que me consumen y me poseen y me llevan dulcemente a la deriva como es el caso, jamás las podréis  vencer, son eternas, son mi vida, son las letras que dibujan en mi rostro el amor al compartir la misma sangre de tinta...

Iyi

Osado es usted al querer competir con un vagabundo que solo posee un ingenio lleno de deseos. No poseo riquezas ni vocabulario excelso como vos, aunque la astucia estudia a mi lado en mi habitación. Sé poco de la escritura, mas solo sé que tiene principio y final. Parece acariciar mi alma con versos que para usted son retóricos, no entiende que se secan mis lágrimas al apretar mi garganta con esas palabras. Más solo tengo miedo a morir al final de ese punto tan triste y alto como una montaña donde las palabras no pueden continuar mas allá, creando en mis alas capaces de darme esa eternidad que solo un niño posee en su sonrisa. ¿Qué esperas de este conflicto? Yo no espero nada, porque en esta espera, disfrutar es mi deseo, soñar escribiendo. Mas al leer no solo leas palabras, porque si al observar contemplas, veras que en algunos de estos versos hay palabras llenas de gracia. Sonría, porque hoy acaba consumido su último suspiro, en cada coma, en cada punto, en cada palabra que aun no he escrito. Mas si acabar conmigo desea, hoy enfurecido seré genio con mil deseos.


Pytër Xuan

Osado fue Furaco al ver a Paca y Tola, las Hienas ahora están vacías, y con el último suspiro mi escritura cuneiforme comenzó a danzar…

En la dicha que es desdicha quedó en entredicha por estar mal predicha por un dicharachero afán, que no es endecha ni estrecha la fecha en la que acecha y sospecha mi balbucear, mas mi desecho tatuado en mi pecho está maltrecho al comenzar a divagar; son estigmas, son mis sueños, y con mil y un trabalenguas te deleito, ¿cuál es el reto? ¿Cuál es la prueba? No soy digno quizá, pero me gusta ver mi alma desfallecer y estremecerse con cada verso en prosa que le regalan tus dedos…

¿Qué yo no puedo contra ti? Respondo como loco: mas sobresalientemente soy yo poeta, en verso mas abundantemente, en prosa lo prefiero, en pasiones a menudo, llegar a la locura frecuentemente, de quien decía ser mi amigo recibí 26 golpes menos 1, de los desconocidos alabado, de los humildes engrandecido, de los ignorantes humillado; he hecho toda clase de poesía para que de algún modo a alguien le guste; ¿que no soy digno? Pues trabajaré en ello arduamente para dignificar mis manos y regar ríos de tinta en papeles inmortales.

Iyi

Oh! Grandilocuentes tus versos escritos en prosa, sin prisa y expresando cada uno de tus sentimientos como si el mañana improvisara en un ayer. Palabras intrínsecas que agujas tejen zurciendo heridas en un panal, donde la miel se mezcla con aguijones infectos de soledad y hace de la locura, vida. Apriscos ciegos de fruta podrida, donde los gusanos nacen y mueren en un mismo lugar... donde los versos son olvido y para otros el bienestar de poder descansar. Evado mis lágrimas y guardo mis sueños en un frasco llamado poesía, donde expreso mi fortuna y me fumo a la soledad esfumada en su locura. ¿Quién soy yo acaso para discutiros su osada prosa? No soy más que un susurro suspirado al viento que sinceramente le pide a las estrellas un camino por el sendero que ha de andar. Seré camino, a veces también seré ciego, para no ver la injusticia de un mundo que un día tuvo vida. Y llegará el día en que mis versos se escribirán solos, porque mis dedos no son capaz de aguantar ni expresar, lo que por ella siento. Consonantes tildadas por injurias que vocales cantaban con infortunio, porque la añoranza fue cariño al mismo tiempo que el olvido cayó en su llanto. No entiendo de palabras pues seca estaría mi alma, yo solo expreso sentimientos y en cada uno de ellos muero porque al comenzar renazco de nuevo. ¿Aun cree que le temo? No lo crea. No tengo miedo, aunque tiemblo entre cajas de tiritas.

Pytër Xuan

Ahora todo encaja, bien guardado, aunque sigo sin entender mi ropa mojada en tendales conspicuos por desfachatez; no obstante, te regalaré mi reverencia rica en tesoros de inestimable valor, pues reconozco que en mis manos quebradas de espanto la risa es efímera y los abrazos escasos.

No suplicaré clemencia, en mi honor de tinta invisible, de versos celestiales, desnudé mi alma purpúrea en acrobáticos vuelos al alba.

No negaré demencia, en mi orgullo indivisible, de cristalinos manantiales, oscurecí el ansia negada en desaforados cantos al alba.

¡He sido vencido! Oh maldita arrogancia, fuiste marchita flor con aires de jactancia,

He sido vencido, han decaído mis dedos, en el instante que mis miedos coloqué en aquel estante

He sido vencido y he caído esclavo de tu hechizo, he sido atormentado con granizo en la tempestad nublada de mi mente

He sido vencido… ¡mas no me he rendido! Correré de estas cadenas tal cual que un bandido, y pese magullado y locuazmente entumecido, conseguiré la libertad de la poesía que persigo.

Iyi

Es cierto. Ahora siento el arte como frio que consume tus dedos... Ahora puedo verte a cuadros sin lienzos que pintar. Hoy, ahora, o donde tú quieras yo estaré, con la misma gracia efímera que pide por favor cada uno de sus sueños. Al fin y al cabo, tan solo soy sal en ese inmenso mar, que lleno de palabras como hienas llenan de carroña su paladar. Escrituras cursivas que curvas marean en las canas de mi vejez, como dunas areniscas que cuevas cavan entre borrachos que nunca se acaban. No sé, quizás fue locura lo que un día empecé, quizás, o tal vez una cordura tan grande que ni las cuerdas pudieron atar. No lo sé, realmente no lo sé. Casquillos encasquillados entre trabalenguas que lenguas mudas tragaron sin más, palabras ciegas que enhebran agujas de veneno en frases de paz.
Mañana quizás sea peor... ¿entonces hoy que haré? Escribir, escribir y escribir, y si me sobra tiempo, escribir...
Estoy en mi cuna adormeciendo tus sueños con nanas que aun no conozco, estoy matando tu ilusión en la trastienda de tu imaginación. Aquí estoy, mírame...
Mira mis ojos sin prisa y lee todos mis pensamientos escritos en prosa que presas sellaron en sobres de lagrimas. El rio avanza fuerte y el pájaro vuela inerte, soy fuego que quema, lluvia eterna... solo soy letras que se unen sin más.

Pytër Xuan

Descuéntame un cuento encantado, uno de incontables sueños, uno que se encuentre escondido entre los espacios en blanco de tus versos, haz un recuento de todos los actos de esta función y de su público, y tenme en cuenta si me encuentras dormido entre lechos húmedos de niebla espesa, de llanto roto en mares vacios, pues soy la sal en las heridas y mi vida es un relato breve pero intenso, son veintiséis muertes en vida, son las migrañas que esgrimo en paredes blanqueadas una y cientos de veces, tengo sueños incumplidos por almohada y aun me sigo arropando en las noches frías con el manto cálido y apagado de aquel que fue el más grande, sigo echando en falta el ingenio de ese genio que me enseñó a caminar; demolido y tamizado para intentar de mi apartar mi estúpida corona, no es grácil danzarina recordar a quien sus pisadas el tiempo borró pero su esencia es la grandeza que sombrea mi aliento ingenuo de años atrás y no es incierto mi acierto infinito que la escuela de dudas me enseñó.

No busco ofuscadas  batallas, quizá nunca valla a ganar ni perder, quizá en estanques empato y me alimente de las migajas, quién sabe qué ocurrirá… no obstante, volveré a izar mi bandera negra, infame escudo de cara al viento donde ondean cabizbajos mis sentimientos, surcaré a la deriva en estos desiertos esquivando los escombros y los líquenes enredados que engendro la mala hierba que se niega a morir; mas no haré pesado mi lienzo, anclado al olvido entre claros segados de pinceladas difuminadas y rasgaré de mi garganta las palabras mudas que nunca dije…

Mundo


Doy vueltas en círculos

en cuadriculas de hormigón

veo gente sin rostro

semblante decaído de brazos

de lazos envueltos, ahogados

risueño egoísmo

que no da tregua

y galopa terca yegua

sin tiempo a descansar.

 

Soy participe de la desventura

que da seguir pisadas

en el vacio solitario de la multitud

caricaturas en peligro de extinción

latitud norte, potencia inusual

que desbocada pasa sin mirar

debajo de sus pies desgastados

de correr con los cordones atados.

 

Estoy frente al silencio

cara a cara con la muerte;

cada día sostengo mi vida

con tiritas puntiagudas

carentes de lo necesario,

tragando con calma

las estocadas que por la espalda

tratan de pisotear

un cambio de camino.

 

Aquel que entre bastidores

siempre quiso aflorar

mas la contienda desmedida

con la que se ducha la injusticia

dio retardo al embargo

que destronó su pedestal.

 

Voy tras la noche

no quiero ver amanecer

no hay reproches en los actos

que malamente se infiltraron

en agónico padecer,

más si cabe seguiré

por la ruta que me dé el sendero sin zapatos,

y parando cada rato

decidiendo que poner

si una tilde, una coma o un punto

cuando halle algún asunto.

 

Mientras tanto olvidaré

que es lo inquietante del olvido

y recordaré algún sollozo acurrucado

en los vestigios desnudos

que doblegaron mi mente,

y abrazaré de cuclillas aquel disparate

que nos llevó a creer

que lo que vemos es lo que hay.

Poesía


Dama sibilina

que entre verso y beso

arrancas el sueño

a estos ojos de mares muertos.

Amante errante

de sintáctica mirada

que derrite cada fuego

en la análoga simiente

de la estrofa de mi alma.

Tu no me engañas jamás,

mas enloqueces mis dedos

en la perturbación constante

de la ansiosa inquietud

que reflejan mi pluma

en aspavientos que esgriman

punzadas mordaces

y danzarinas siluetas,

salpicadas de tinta invisible

que gotea en el papel.

Humedecido este sepulcro

ambiguo y discontinuo

que le da a mis sentimientos escape

a mundos inventados

y a sueños imposibles,

donde me dejo poseer por ti

mi dulce dama

de rimas imposibles

mi amada poesía.

viernes, 22 de marzo de 2013

ASI ES LA VIDA


Las personas vienen, las personas van, la vida sigue y el recuerdo es un puñal que desgarra el pecho. Muerte, vida, la inconstancia del absolutismo eterno. Y en paseos desterrados por alfombra de rabia contenida, el reencuentro complicado con la confianza. Y en destellos nebulosos, los sueños incumplidos de esta melancolía inusitada del desdén. una lucha casual por hacerlos realidad, lucha inusual por llegar hasta el final. Carraspeos de incomodidad a la sombra de una traición y no hay letargo más amargo que el de no saber perdonar. Un crujido malhumorado trituró tibios cielos bajo la tormenta en este siglo congelado que es un segundo a mi suspirar. Son las llamas que a voces claman escupitajos al aire, quemando a escondidas los momentos imborrables de este plano con tachones y borrones en la arquitectura malformada de mi corazón. Y que cómico es el danzar estúpido de mi sonrisa en muecas picarescas al ver al ser imaginado en las frías noches de soledad.

¿Qué vas a gemir por siempre? ¡Bah! Yo miro mi encorvado caminar, el cojear obsceno y los tropiezos desdichados, y no queda más que reírse a carcajada partida en el estúpido divagar de la mente; de qué sirve lamentarse, de qué sirve la autocompasión, ¡machaca de una vez la incuestionable farsa de tu ser!

Y con mi otra mejilla recojo el guante y ¡a luchar! ¡a luchar! ¡a luchar! Esto no ha hecho más que comenzar y las apariencias con pinzas y al sol tienden a engañar…

lunes, 28 de enero de 2013

Alma de Tinta


A veces, simplemente a veces, cuando me dejo llevar por las letras que agarran mis manos, las desean, y las llevan de allá para acá haciendo de ellas una marioneta danzarina de versos gélidos y ardientes deseos, riegan las hojas en blanco de mi jardín, floreciendo enredaderas de rimas y locuras desmedidas e insípidas que alimentan mi alma; sí, son esas letras las que posen mi alma de tinta en un cuerpo de carne y no dan tregua a este corazón irrazonable de papel.

Por eso me dejaré llevar en azules vestigios por una tempestad de tinta; surcaré, siempre presto a la aventura, con mi barco de papel a la deriva, dejaré que las olas escriban despedidas mojadas, impelidas por los vientos elíseos de mis sueños, y allí… naufragar.

Y bajo la luz de una vela marchita, veo como se consume mi vida de cera por las llamas de un fuego efímero que se apagará cuando suelte mi mano, gota a gota pierdo fuerzas y son mis lagrimas estocadas desoladas que traspasan cicatrices, que voltean pensamientos, que enmudecen las gargantas; es la sal que asola verdes prados, en mi cara los quebranta y es aciaga la esperanza para unos dedos ya cansados de sangrar tinta invisible.

Es fugaz la estrella que pasea por mis cielos negros, mis deseos yo le pido, mis palabras yo derrito en el último suspiro, nunca se sabe dónde está la puerta que te lleve al otro lado y quizá, con ella, con esa estrella, pueda volver a surcar acantilados afilados sin volverme a dañar.

jueves, 24 de enero de 2013

Cerca Trova


Descontaré los pasos torcidos, los que embriagaron gota a gota, las nubes de hueso de este cielo de soledad, y procederé a olvidar cada rasgo cuneiforme de esos soles en el atardecer de esta tierra mojada…. Así que dejo que sigas arañando los enigmas antropomórficos de ideales perdidos y divagando en la elocuencia muda de tu mente.

Esto que esconden mis bolsillos no es más que los flecos descosidos de una lengua que no sabe hablar, unos dedos incapaces de soñar y llorar, que viven en la ignorancia de no saber transformar una caricia en abrigo de perpetuidad, y una espalda cargada del peso que dejó en ella los rotos flecos de ingenuidad.

No puedo más que darte una palmada en la espalda y ¡que te vaya bien!, yo seguiré cabalgando en los mares agónicos de mi siesta, tratando de no ahogarme en el pensamiento difuminado del oleaje adverso de mí palpitar, y allí, acurrucado bajo las aguas, absurdamente tratar de descansar. Si, dormiré… Cerca Trova.

lunes, 21 de enero de 2013

Volver a Ver


Yo estaba atado al olvido de una gélida noche de lluvia y no vi nada

Bajo el descarado hipnotismo de unas jarras de licor que mellaron mi equilibrio y no vi nada

Estuve con dos ángeles surcando mares de nubes algodonadas y no vi nada

Mecí el suelo con los terremotos impredecibles de mis pies y no vi nada

Dejé que tus cielos azules encapotaran mi alma de seda y no vi nada

En mis bolsillos labrados en inocencia guarde las caricias de tus palabras y no vi nada

¡Maldije la arena que grano a grano venció en la hora señalada! y no vi nada

Y cuando desperté aturdido del efímero sueño de tus brazos… seguí sin ver nada.

Así que con las dioptrías carentes de mi personalidad salí afuera

A lo más hondo de mi lago salado,

Que es alago al llanto perenne de mis alas,

Palpando a tientas los bordes frágiles de tu mirada

Me agarraste… y pusiste gafas a mis praderas desiertas, y te vi,

Y al verte… subió de nuevo el telón en esta función que comenzó a latir

Al verte  me desprendí de las legañas que apesadumbraban mi espalda echa girones

Al verte se desbocaron los caballos reprimidos por el dolor por mis venas

Al verte comprendí que es esta soga que me ahoga cuando oigo tu voz

Al verte entendí que no sirve de nada regar las penas que baldean por soledad

Y al verte, revoloteando tan dulce como siempre, te siguió a ciegas mi corazón.